El candidato a realizarse una otoplastia debe hablar directamente con el cirujano y exponer los motivos de la operación, a partir de dicha charla se evaluarán las posibilidades estéticas. Se revisarán los antecedentes médicos, y se responderán preguntas acerca de las enfermedades actuales y pasadas, en especial cualquier tipo de infección en los oídos. El médico también puede preguntar acerca de los medicamentos que estás tomando o que has tomado recientemente, y sobre las cirugías que hayas tenido.

Para determinar las opciones de tratamiento, el médico examinará las orejas del paciente para establecer la ubicación, el tamaño, la forma y la simetría. El médico también podrá tomar fotografías de las orejas para el expediente médico.

Es probable que el paciente deba evitar consumir aspirina, medicamentos antiinflamatorios y suplementos a base de hierbas, ya que pueden aumentar la hemorragia.

Fumar reduce el flujo sanguíneo en la piel y puede retrasar el proceso de curación. Si el paciente fuma, el médico recomendará que lo deje de hacer antes de la cirugía y durante la recuperación.

Además, el paciente tendrá que coordinar con alguien que lo lleve que hasta tu casa después de la cirugía y que se quede con la persona durante el proceso. La otoplastia puede llevarse a cabo en un hospital o en un centro de cirugía ambulatorio.